450 gr. harina blanca de trigo
120 gr. patata cocida
15 gr. levadura fresca (puede ponerse un poco menos si no hay prisa)
280 gr. agua y leche (mitad y mitad)
16-20 gr. sal (para gustos)
Lo primero es cocer las patatas, con dos medianas servirá. Hay que hacerlo con piel y sin sal, para que guarden el máximo almidón posible. Justo en el momento en que están completamente cocidas, pero antes de que empiecen a desintegrarse, tiramos el agua y las cubrimos con un trapo gordo. Ponemos la tapa al cazo y esperamos unos minutos a que absorban el agua. Las pelamos, las pesamos y las rallamos.
Preparamos ingredientes: en un bol mezclamos la harina con la sal. En un vasito disolvemos la levadura con un poco de leche. Es útil tener la mezcla de leche y agua preparada en este momento.
Manos a la obra: incorporamos a la harina la patata rallada y mezclamos con las manos. Añadimos la levadura a la mezcla de agua y leche y lo vertemos en la mezcla de harina/patata. Amasamos bien, como cualquier pan (unos 10 minutos).
Dejamos leudar 2 horas (igual menos, depende como siempre de la temperatura). Desgasificamos bien, como cualquier pan de molde, y le damos forma de batard. Metemos la amsa con la costura por abajo en un molde tipo cake. Dejamos leudar una hora. Es interesante cubrir en esta última fase con un trapo mojado, para que no se forme costra.
Hornear a 220ºC unos 45 minutos.